Los ingredientes, muy muy fácil:
2 Paquetes de masa de hojaldre de Nestlé. (He probado otras, la cocinera, la del mercadora, buitoni, pero a mi particularmente, esta es la que más me gusta, se consiguen resultados de pastelería y la podéis encontrar en cualquier supermercado, salvo en mercadona que no la hay).
1 Paquete de queso en lonchas de 16 unidades (doble), me da igual la marca, suelo usar varias, a que esté de oferta normalmente (el caserio, tranchettes, o marca propia del super).
1 Paquete de jamón cocido loncheado (Oscar Mayer, Hacendado, el Pozo, etc), la que más os guste, si utilizáis el de mercadona el de 12 lonchas.
1 Paquete de dátiles deshuesado, ahí soy un poco piji, y uso la marca el monaguillo.
1 huevo.
PREPARACIÓN
Llegamos a casa y ponemos a precalentar el horno, a 180º con el turbo del horno. Mientras el horno se precalienta, desenvolvemos la masa que ya está estirada, y aprovechamos la hoja de papel vegetal para ponerla sobre una de las bandejas del horno, con lo cuál, a penas se nos manchará, que las que trabajamos fuera, tenemos poco tiempo y necesitamos comodidad, empezamos a poner el queso sobre la masa dejando un espacio de un par de dedos de la mano sin rellenar para después poder cerrar la empanada. A continuación ponemos los dátiles, la cantidad va a ir en función de lo dulce que os guste la empanada, pero calcula que unos 10-12 dátiles es una buena cantidad, y por último las lonchas de jamón cocido, encima de los dátiles, sin cortar, una vez hecho esto, desenvolvemos la segunda masa y la ponemos por encima, liamos los extremos, dos veces, para que la empanada quede bien sellada y con cuidado de que la masa no se parta. Una vez sellada, batimos el huevo, y reservamos. Con un tenedor, pinchamos la masa, muy bien pinchadita, tiene que estar llena de boquetitos del tenedor, también por los bordes, y por último pintamos de forma generosa con huevo.
Programamos en el horno diez minutos, a los diez minutos sacamos la empanada, y volvemos a pintar con huevo, y al horno unos diez minutos más, salvo que ya la veamos muy doradita, pero lo normal son unos veinte minutos, y recuerdo el olfato y la vista, son las mejores herramientas de una buena cocinera.
Ese mismo papel vegetal nos servirá una vez que se enfríe para pasarla a una bandeja de pastelería con blonda en la que podemos plantarla, para llevarla a esa barbacoa que suelen invitarnos en verano, o simplemente para disfrutarla con la familia, entonces si quieres te ahorras el molde, eso ya va al gusto de la cocinera.
Espero que os haya gustado,
relizado por Teresa Ríos.